EL PERIÓDICO DE ARAGÓN | Araven ha estrenado esta semana sus nuevas instalaciones de Villanueva de Gállego, una planta sobre la que la compañía aragonesa asentará su crecimiento futuro tras casi haber duplicado su cifra de negocio en los últimos cinco años. La firma de moldes de plástico para equipamiento comercial, hostelería y hogar facturó en el 2013 poco más de 15 millones de euros, el 2017 lo cerró con 26,3 y este ejercicio prevé superar los 28 millones
Con esta fuerte expansión, no es de extrañar que a la empresa se le quedara pequeña su antigua nave del polígono Malpica, que ocupaba menos de 4.000 metros cuadrados. El traslado a Villanueva ha permitido a Araven duplicar su superficie y contar con una sede acorde a sus previsiones de crecimiento futuras. De hecho, su plan estratégico aspira a alcanzar los 30 millones en el 2020 y a superar los 35 en el medio plazo.
La nueva planta, en la que ya trabajan sus 62 empleados, se ubica en el polígono San Miguel, sobre una parcela de casi 10.000 metros cuadrados propiedad de la empresa Kyrene (de la familia Enériz), que ha sido la encargada de construir el nuevo cuartel general de Araven tras una inversión de casi cuatro millones de euros. Las instalaciones cuentan con un almacén de 6.300 m² y unas oficinas de 1.500 m². Araven, que nació hace más de 40 años, siempre ha externalizado la producción de sus productos a firmas inyectadoras de plástico de la provincia de Zaragoza, centrándose de esta forma en el diseño de sus artículos (cestas y carros para la compra, envases para conservación de alimentos, tablas de corte, organizadores...).